Una llamada de auxilio los primeros días de marzo alertó sobre un ocelote atropellado en la carretera Trinidad-San Ramón que extrañó al profesor e investigador Marco Greminger, debido a que estos animales, al ser felinos, tienen una agilidad fuera de serie.
Inmediatamente, el miércoles 6 de marzo pasado, se dirigió hasta el lugar, lo monitorearon e hicieron un rastrillaje hasta encontrarlo. Entonces sus sospechas se confirmaron, el animal estaba acostumbrado a la presencia del hombre y había perdido sus “dotes felinos”, debido a que es un espécimen que posee excelente reflejos y gran agilidad para esquivar hasta en fracciones de segundo a un vehículo a gran velocidad.
Su hipótesis es que Yuma (Leopardus pardalis) fue arrancado del seno materno y quizás hasta acabaron con la vida de sus progenitores y se llevaron a las crías para tenerlo como una mascota.