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𝗕𝗼𝗹𝗶𝘃𝗶𝗮 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗔𝘀𝗮𝗺𝗯𝗹𝗲𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗡𝗡𝗨𝗨 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗿 𝘂𝗻 𝗚𝗿𝘂𝗽𝗼 𝗱𝗲 𝗔𝗺𝗶𝗴𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗔𝗿𝗺𝗼𝗻í𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗮 𝗡𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘇𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗰𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗲𝗰𝗼𝗻𝗼𝗺í𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝘆 𝗲𝗹 𝗩𝗶𝘃𝗶𝗿 𝗕𝗶𝗲𝗻

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El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce Catacora, propuso este viernes en que se conmemora el Día Internacional de la Madre Tierra, la conformación de un Grupo de Amigos de la Armonía con la Naturaleza con el objetivo de preparar propuestas transformadoras e inclusivas para la construcción de una economía para la vida y el Vivir Bien de la humanidad.

“Quiero anunciar que el Estado Plurinacional de Bolivia tiene la intención de constituir un Grupo de Amigos de la Armonía con la Naturaleza orientado a preparar propuestas transformadoras e inclusivas y orientadas a la acción. Sólo de esta manera podremos responder a los desafíos presentes y futuros con equidad y justicia social y ecológica”, informó en su intervención en la Sesión de Apertura de Diálogo Interactivo Sobre Armonía con la Naturaleza de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Arce explicó que la iniciativa busca viabilizar ideas innovadoras que permitan la construcción de una economía para la vida y el Vivir Bien para todos los hombres y mujeres: “Invitamos a todos los Estados a trabajar unidos para hacer realidad nuestros compromisos con nuestros pueblos, con nuestra casa grande global, que es la Madre Tierra”.

El mandatario boliviano recordó que transcurrieron más de 10 años de enriquecedoras discusiones en el marco de diálogos interactivos virtuales y presenciales sobre distintas formas de abordar la búsqueda de armonía con la naturaleza en todo el mundo, pero es necesario contribuir aún más para consolidar la visión 2050 para la biodiversidad.

“La dramática situación planetaria no es accidental ni fortuita, es consecuencia directa de un sistema que busca la producción y reproducción del capital, antes de la producción y reproducción de la vida, el capitalismo. La acumulación ilimitada de capital y las desigualdades que genera han precipitado una ruptura profunda entre los sistemas de producción y consumo, y en la capacidad de regeneración del planeta”, manifestó.

Graficó que existen profundas asimetrías en la distribución de la riqueza, de ingresos, de recursos naturales y beneficios porque más del 78% de los boques están bajo administración de los Estados o bajo tenencia colectiva por parte de pueblos indígenas, pero el aprovechamiento de los bosques y la biodiversidad sigue siendo predominantemente privado.

“A nivel mundial el 1% más privilegiado controla el 70% de la tierra agrícola, solamente en mi región, Latinoamérica, la mitad más pobre de la población accede tan solo al 2% de la tierra cultivable. Y la tendencia es que estas desigualdades se sigan profundizando. En consecuencia, la mitad más pobre de la población mundial recibe tan solo el 8,5% del ingreso y ha acumulado tan sólo el 2% de la riqueza”, manifestó.

Mencionó que en ese escenario es imposible asegurar una “recuperación sostenible y resiliente” después de la pandemia, si el poder económico, financiero, político y tecnológico no sólo pertenece a algunos Estados, sino que se ha concentrado en unas cuantas personas.

“Crecer concentrando ingresos en pocas manos es insostenible, por ello debemos apuntar a modelos económicos que busquen la justicia social y ecológica. Modelos que apunten a crecer redistribuyendo, a crecer cerrando brechas entre ricos y pobres, a crecer reduciendo desigualdades económicas y sociales, a crecer en armonía con la Madre Tierra”, subrayó.

Previno que “al destruir a la Madre Tierra nos destruimos a nosotros mismos”, por lo que es necesario construir un nuevo modelo de vida, resolver las contradicciones económicas, sociales, y políticas ocasionadas por el modelo capitalista.


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