
El ex presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, se pronunció sobre los recientes anuncios del Gobierno en materia económica, señalando que no constituyen medidas anticrisis ni de estabilización, sino simples compromisos que no colman las expectativas de la población.
Romero destacó que, si bien el pago de deudas pendientes desde 2023 puede dinamizar parcialmente la economía, también incrementa el gasto público y no resuelve problemas urgentes como la inflación, la escasez de dólares y el desabastecimiento de carburantes. “Lo positivo es que el Gobierno ha garantizado medicamentos, diésel, gasolina y el pago de bonos sociales”, reconoció.
En relación con la eliminación de cuatro impuestos, que representan apenas el 1% de la recaudación tributaria, Romero consideró que su impacto es mínimo. “La población esperaba un perdonazo tributario, que hubiese sido más oportuno para dinamizar la economía. Si debo 100 bolivianos de impuestos pero las multas e intereses suman 3.000, un perdonazo me permitiría pagar mis obligaciones y reinvertir en insumos y materias primas”, explicó.
El economista también subrayó que los anuncios envían señales a empresarios e inversionistas, aunque aún falta mejorar las condiciones de seguridad económica y jurídica para fomentar un ambiente favorable a la inversión.
Uno de los puntos más relevantes, según Romero, fue la promesa de reducir el gasto estatal en un 30%. Sin embargo, cuestionó la falta de claridad sobre si la reducción aplicará al presupuesto vigente o al próximo. “Si tomamos como referencia los 377 mil millones de bolivianos del presupuesto anterior, la reducción sería cercana a 100 mil millones, una cifra gigantesca que podría implicar cierre de empresas estatales, eliminación de subvenciones y un costo social elevado en términos de pobreza y desempleo”, advirtió.
Finalmente, Romero alertó que los ajustes podrían recaer sobre los trabajadores estatales, generando incertidumbre laboral. “Generalmente, cuando se busca reducir gastos corrientes, se corta por el lado más delgado del hilo, que son los empleados”, concluyó.
