
La Cámara Hotelera de Tarija reporta una preocupante caída en la ocupación de sus establecimientos, que actualmente ronda el 30%. La representante del sector, Mariela Solís, atribuye esta situación a la disminución del turismo argentino, el auge de hospedajes informales y los altos costos del transporte aéreo hacia el departamento.
Solís informó que la capacidad de alojamiento en Tarija, sumando hoteles, hostales y alojamientos registrados, alcanza aproximadamente a 4.000 personas. Sin embargo, se está realizando un nuevo levantamiento de datos con apoyo de universidades locales, debido a la apertura de nuevos establecimientos que aún no figuran en los registros oficiales.
“Estamos haciendo un estudio para saber exactamente cuántas personas podemos albergar. Hay nuevos hoteles que no están registrados”, explicó.
La Cámara Hotelera ofrece opciones desde 50 bolivianos por noche, con una amplia gama de precios y niveles de servicio. Solís aseguró que se mantendrán tarifas módicas, especialmente para estudiantes universitarios que visiten la ciudad.
“Vamos a regular para que no se suban los precios. Queremos que los universitarios encuentren un servicio garantizado, con buena atención y calidad”, afirmó.
Uno de los principales desafíos señalados por la representante es el crecimiento de hospedajes ofrecidos por plataformas como Airbnb, que operan sin regulación ni garantías de calidad.
“El Airbnb nos afecta de sobremanera. Hay hospedajes de pésima calidad, sin regulación, y se han reportado casos de estafa. En cambio, en un hotel formal eso no ocurre”, advirtió.
Ante el crecimiento de alojamientos informales, la Cámara Hotelera ha impulsado una propuesta legislativa para exigir requisitos mínimos a todos los establecimientos que operan en Tarija.
“Queremos que todos estén en la misma situación, cumpliendo con los requisitos que exige la Cámara. Eso garantiza un mejor servicio y seguridad para el visitante”, señaló Solís.
Finalmente, la representante expresó su preocupación por la disminución de vuelos hacia Tarija y el elevado costo de los pasajes, factores que dificultan el acceso al departamento y afectan directamente al turismo.
“No nos ayuda a mantener el flujo de visitantes. Necesitamos políticas que incentiven el turismo y faciliten el acceso a nuestro departamento”, concluyó.
