Tarija vibra nuevamente con la antesala de la Doble Chaguaya, una de las competencias ciclísticas más emblemáticas del sur boliviano. Este año, los corredores no solo afinan sus bicicletas, sino también su fe, su disciplina y su resistencia física para enfrentar una ruta que exige tanto del cuerpo como del espíritu.César Rodríguez, representante del Club Andalucía Kolberg en la categoría máster, es uno de los rostros conocidos de la competencia.
Con más de tres décadas pedaleando, y tres participaciones en la Doble Chaguaya, destaca la evolución de la carrera: “Ahora está mejor organizada. Ya no entran las motos, lo que hace que sea más intensa y veloz. Como es todo asfalto, se corre rapidísimo”.
Rodríguez estima que los tiempos de ida rondan entre una hora veintisiete y una hora treinta y dos, mientras que el retorno puede superar la hora cuarenta y siete. “En tramos se llega a velocidades de 35 a 40 km/h, y en bajadas hasta 60”, comenta.
Su equipo contará con al menos ocho corredores en máster y tres en élite, reflejando el crecimiento del evento.Por otro lado, María Ángela Bertram, también del Club Andalucía Kolberg, se prepara para su primera participación. “Todos los años me preparaba, pero no me sentía lista.
Esta vez tengo mucha fe. Me lo he propuesto por la Virgencita”, confiesa con emoción.Su preparación comenzó el año pasado, y aunque reconoce el desgaste físico —“me ha hecho cansar, estoy agotada”—, su determinación es firme. “Lo más difícil es levantarse temprano, desayunar liviano, y tener todo listo: llantas infladas, cadena aceitada, frenos en buen estado. No es cosa de un día ni de un año”.
Ambos ciclistas coinciden en que la Doble Chaguaya es más que una carrera: es una tradición que une a la comunidad. “Esperamos que la gente acompañe como siempre, apostándose en la carretera. Es una carrera de mucho aliento”, dice Rodríguez.Y como consejo para los participantes, no falta el recordatorio esencial: “Usen casco, buena bicicleta… y buenos frenos, más que todo”.
La Doble Chaguaya no solo pone a prueba la velocidad y la técnica, sino también la fe, la constancia y el corazón de quienes se atreven a recorrerla. Este año, Tarija vuelve a pedalear con fuerza.