
En los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, atletas, periodistas y funcionarios de todo el mundo se desplazaron entre las distintas sedes de la capital china en una flota de elegantes autobuses con un diseño blanco, azul y verde.
A diferencia de los vehículos diésel que dominaban las calles de Pekín por aquel entonces, los autobuses olímpicos, unos 50 en total, funcionaban con baterías de iones de litio para contribuir a que Pekín organizara unos Juegos Olímpicos «verdes y de alta tecnología».
También supuso la primera incursión del país en la creación de una industria de baterías de iones de litio para vehículos eléctricos (VE), sentando las bases para que China se convirtiera en líder mundial de esta tecnología dos décadas después.
La campaña de autobuses eléctricos olímpicos se puso en marcha en cuanto Pekín ganó la candidatura en 2001, según un documental de 2020 emitido por los medios estatales chinos.
Sin embargo, desarrollar y producir baterías para VE para un evento de tal magnitud no fue tarea fácil.
Los autobuses utilizados en los Juegos Olímpicos de Pekín marcaron la primera incursión de China en la creación de una industria de baterías de iones de litio para vehículos eléctricos.
A finales de 2003, Mo Ke y sus colegas del Centro de Desarrollo de Nuevos Materiales de Pekín —un instituto de investigación gubernamental— recibieron el encargo de analizar la industria china de baterías de litio como parte de los preparativos de Pekín para los Juegos Olímpicos.ELMUNDO
