
La situación económica en Tarija se ha vuelto insostenible. Teresa Rojas, representante de Derechos Humanos, denunció el alza desmedida de precios, la falta de controles municipales y el impacto directo en las familias que viven al día.
“El kilo de fideos cuesta 18 bolivianos. La carne, hasta 80. Los menudillos, que antes valían 4, ahora están a 18”, lamentó Rojas.
Otros productos básicos también se dispararon: Puchero de 12 a 38 bolivianos, zanahoria 15 bolivianos, alberja 35 bolivianos, coliflor mediano hasta 8 bolivianos, perejil 10 bolivianos.
Rojas denunció que muchos comerciantes venden 800 gramos como si fueran un kilo. “La alcaldía debería hacer requisas y recorridos sorpresa. Pero no hay sanciones, no hay fiscalización”, afirmó.
También criticó el acaparamiento: “Hay tiendas llenas de productos, pero los venden a precios altísimos. La gente ya no puede consumir lo básico”.
La representante alertó sobre el efecto dominó del alza de carburantes. “Dicen que el diésel subirá a 13 bolivianos. Si eso pasa, todo subirá otra vez. ¿Qué va a ser de nuestras vidas?”, se preguntó.
“El pasaje en taxi está entre 8 y 12 bolivianos. Muchos usan GLP, pero igual suben. Ya no se puede ni andar en taxi”, denunció.
Desde Derechos Humanos, Rojas pidió, controles reales en mercados, sanciones a comerciantes abusivos, conciencia social entre productores y transportistas, acción inmediata de las autoridades municipales.
“La gente vive al día. No hay trabajo. No hay aumento de sueldos. Pero todo sube. Esto es insostenible”, concluyó.

