lunes, octubre 13

Ecologistas celebran el cierre del Seaquarium de Miami tras décadas de protestas

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Con champaña, activistas de PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) celebraron este domingo el cierre de operaciones del Miami Seaquarium, tras décadas de protestas motivadas especialmente por el cautiverio de la orca Lolita, que fall3ció en 2023 luego de más de 50 años en el parque marino.

Bajo el intenso sol que ha acompañado estas manifestaciones cada domingo frente al Acuario de Miami, con 70 años de historia, los ambientalistas esta vez celebraron, aunque una de ellas recordó que aún hay temas pendientes en las cortes antes de la clausura legal definitiva.

Tras el brindis, una de las manifestante pegó en el letrero de cemento del Miami Seaquarium un sello que decía «cerrado por crueldad animal», que enseguida removió personal de seguridad del acuario.

Portando carteles en inglés y español que decían «En memoria de Lolita» y «Cierren todos los parques marinos de ‘indiversiones'», los activistas también pidieron trasladar los animales «sobrevivientes» a santuarios: cien ejemplares marinos, entre ellos delfines, como también centenares de peces.

La celebración se prolongó durante varios minutos, entre vehículos con los últimos visitantes que sorteaban a los manifestantes de PETA, quienes calificaron como «histórico» el cierre del acuario, inaugurado en 1955.

Durante años este grupo fue una de los principales impulsores del cierre, denunciando los casos de maltrato animal, como el de la orca Lolita, y ejerciendo presión pública y legal.

«Después de más de 50 años de encerrar animales en tanques de concreto pequeños, y denegarles todo lo que es natural para ellos, denegarles atención veterinaria y hacerlos pasar hambre por fin está cerrando hoy el Miami Seaquarium«, expresó a EFE la activista de PETA Wendy Fernández,

La organización había instado al propietario del parque, The Dolphin Company, a realizar evaluaciones veterinarias de los animales sobrevivientes y a trasladarlos a santuarios marinos donde puedan recibir atención adecuada y vivir en condiciones más naturales.

Especialmente a Lolita (conocida como Tokitae), una orca capturada en 1970 que vivió allí en cautiverio durante más de 50 años hasta su muerte en 2023 por una condición renal, mientras avanzaban los planes para su reubicación en un santuario marino en el noroeste del Pacífico.

Además de Lolita, ocurrieron las muertes de otros mamíferos marinos bajo su cuidado, lo que alimentó críticas de organizaciones defensores de los animales.

Un reporte del USDA, promovido por grupos como PETA, ya había señalado múltiples violaci0nes en el bienestar animal: desde condiciones de los tanques (niveles de cloro, exposición al sol, incompatibilidad de animales), hasta falta de seguimiento veterinario adecuado, lo que habría causado sufrimiento y mu3rtes.


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