El gobernador de Tarija, Oscar Montes Barzón, calificó como «dramática» la situación que enfrenta el país en general, debido a la combinación de una severa emergencia climática y una persistente crisis financiera que afecta a los gobiernos subnacionales.
Estas declaraciones las realizó tras participar en una reunión extraordinaria del Consejo Nacional de Autonomías, convocada para coordinar acciones urgentes en apoyo a las regiones afectadas por la crisis climática.
«Venimos de una situación de emergencia hace mucho tiempo, que ahora se ve agravada por los efectos climatológicos, la lluvia que está causando estragos en todo el país», señaló Montes en declaraciones a la prensa nacional.
El gobernador informó que actualmente «tenemos serios problemas en prácticamente los nueve departamentos», mientras que en el caso específico de Tarija, «ocho de once municipios están con problema».
De acuerdo con el mandatario departamental, las autoridades están concentradas en la etapa inmediata de la emergencia, que consiste en «asistir a la gente que está con el agua dentro de las casas». Sin embargo, advirtió que posteriormente vendrá una fase de reconstrucción «que va a ser bien dura», debido a la magnitud de los daños en infraestructura vital.
«Hay caminos que han quedado totalmente destrozados, puentes que están para reconstruirse, tomas de agua para agua potable, para agua para riego, que han sido también totalmente destruidas», detalló el gobernador, evidenciando la gravedad de los efectos de las intensas lluvias en la infraestructura departamental.
No obstante, Montes subrayó que esta emergencia climática se está produciendo en un contexto de fragilidad financiera preexistente. «Esto se suma a la crisis financiera por la que ya venimos atravesando hace mucho tiempo atrás», explicó, refiriéndose específicamente a problemas relacionados con obligaciones impuestas en el sector salud.
Gobernaciones no pueden atender emergencias por atender competencias nacionales
El gobernador tarijeño expresó su preocupación por la obligación de pagar un bono al personal de salud, señalando dos dificultades fundamentales: «Primero, que no tenemos plata; segundo, no son ni siquiera nuestros empleados». Esta situación refleja las tensiones existentes entre los diferentes niveles de gobierno respecto a las competencias y responsabilidades financieras en el sector salud, un problema recurrente en el modelo autonómico boliviano.
Asimismo, Montes criticó lo que considera acciones adversas desde el gobierno central, afirmando que «a través de la justicia está obligando a los gobiernos subnacionales a pagar cuentas que son impagables». Según explicó, se trata de «millones de bolivianos que se han acumulado por diversos tipos de deudas» y que ahora están siendo ejecutadas judicialmente con plazos poco realistas.
«Están dando días para juntar plata que vamos a necesitar décadas a veces en juntar», aseveró el gobernador, ilustrando la desproporción entre las exigencias judiciales y las capacidades financieras reales de los gobiernos departamentales.
La frustración del mandatario departamental se hizo evidente cuando se refirió a las expectativas sobre la reunión del Consejo Nacional de Autonomías. «Esperamos que esta sea una reunión donde ya lo menos importante sea la foto, porque la verdad es que ya la gente casi no quiere venir a las reuniones porque no hay soluciones», manifestó Montes, sugiriendo un posible agotamiento de las instancias de coordinación intergubernamental que no producen resultados tangibles.