
Israel y el grupo islamista Hamás acarician un acuerdo de paz y se acercan a dar el primer paso en el plan dibujado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que consiste en liberar a todos los rehenes israelíes si el Gobierno de Benjamín Netanyahu cesa el bombardeo sobre la Franja de Gaza, mientras la comunidad internacional llama a aprovechar esta oportunidad.
Después de que Hamás declarara estar dispuesto a devolver a Israel todas las personas, vivas y muertas, que mantenía bajo su poder y a negociar los detalles del resto de la hoja de ruta, el Gobierno de Netanyahu aseguró estarse preparando para implementar «inmediatamente» la primera fase del acuerdo.
Luz verde para el primer paso
Hamás no dejó vencer el plazo que le impuso Trump hasta el domingo para dar una respuesta a su propuesta de paz y este mismo viernes aceptó liberar a todos los rehenes israelíes bajo las premisas del plan de Estados Unidos, que contempla un alto el fuego inmediato, devolver a los cautivos a Israel en 72 horas y recibir a cambio la liberación de centenares de presos y detenidos palestinos.
Poco después, Trump exigió a Israel que dejara de bombardear la Franja para «liberar los rehenes de forma segura y rápida».
En un video posterior, el mandatario celebró la posibilidad de un acuerdo: «En muchos sentidos esto no tiene precedentes (…) todos estaban unidos en el deseo de que esta guerra terminara por el bien del Oriente Medio y estamos cerca de lograrlo».
El Gobierno israelí, que ya había dado su visto bueno al plan de Washington a inicios de semana, anunció en la madrugada del sábado en hora local estar alistándose para implementar de forma inmediata «la primera fase» de la hoja de ruta «para la liberación inmediata de los rehenes».