
Terminaron las noches a sobresaltos por amenaza de bomba y las mañanas en incertidumbre con el estómago vacío. El médico boliviano palestino Refaat Alathamna ya salió de la pesadilla llamada Gaza, a salvo, junto a su numerosa prole.
Dos años después de clamar por ayuda para poder salir de la zona de conflicto junto a su familia – su esposa y cinco hijos-, el doctor Refaat Alathamna sintió que sus súplicas por fin habían sido escuchadas, ya tenía la promesa de su rescate y traslado a zona segura, primero hacia Israel, luego a Jordania y por último, al que parece su destino final, por los menos por un tiempo: España.
Su sexto hijo venía en camino, era conciente de que en Gaza no había las condiciones, la ciudad de Jan Yunis estaba prácticamente devastada y decir que había atención en hospitales era una falacia. Pero el destino quiso que el nacimiento de su bebé coincida con el inicio de un nuevo capítulo en sus vidas, atrás quedaron las bombas, ahora por fin se sienten seguros, en Madrid, España.
Ni bien pusieron un pie en Jordania las cosas cambiaron: «ese es un país donde ya hay todo, ahí pudimos volver a alimentarnos, logramos comer pollo, carne de res, estábamos con muchas ganas de comer mucho y de todo, habíamos sufrido hambruna por meses, no habíamos comido carne y huevo porque en los mercados ya no existen esos productos por los bloqueos», confiesa Refaat a EL DEBER, diciendo que fue un alivio llegar a Jordania y sentirse en paz y en seguridad, durmiendo y comiendo mejor.
Evacuado en una decena de oportunidades, en sus redes sociales denunciaba que ni bien despertarba empezaba la lucha diaria para conseguir agua para lavarse y para tomar, también debía buscar algo de comer en medio del infierno desatado en Gaza. eldeber
