
Mientras panificadores de la Confederación Nacional asumen un paro de 72 horas en La Paz y otras regiones del país, el sector panificador de San Lorenzo, representado por el dirigente Dilbert Flores, se pronunció marcando distancia con dicha medida de presión.
En declaraciones recientes, Flores aseguró que los panificadores tarijeños nunca formaron parte del sistema de subvenciones gestionado por el Gobierno, y que desde el inicio han informado esta situación a la población. “Nunca fuimos parte de esa confederación ni del esquema de insumos subvencionados.
Por eso hoy mantenemos estabilidad en nuestra producción y precios”, sostuvo Flores.El dirigente destacó que, gracias a las gestiones de la federación de panificadores de Tarija, se logró abastecimiento directo de insumos como harina proveniente de Argentina y azúcar de los ingenios nacionales, sin depender del Estado.
Esta independencia, afirma, ha permitido mantener el precio, tamaño y peso del pan en la región, desmintiendo críticas que señalaban al pan de Tarija como el más caro de Bolivia.> “Nos satanizaron desde el Concejo Municipal y los medios, pero la verdad salió a la luz.
El pan en Tarija no es el más caro, y nuestra gestión es transparente”, declaró Flores.Flores también cuestionó el rol de algunas autoridades municipales, que en su momento prometieron pan a 50 centavos, y de quienes ahora—según él—son premiados con candidaturas en el escenario electoral. “¿Dónde está Defensa del Consumidor? ¿Dónde están las autoridades que hacían promesas?”, preguntó, en un tono que mezcla frustración con denuncia.
El dirigente fue enfático en señalar que el acuerdo interno entre los panificadores de Tarija continúa vigente: se garantiza el precio del pan sin alzas, pese al contexto nacional. “La federación ya tiene los insumos asegurados y seguimos con el mismo compromiso hacia nuestras comunidades”, concluyó.