
En medio de la creciente tensión política rumbo a la segunda vuelta electoral del 19 de octubre, el candidato presidencial del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz Pereira, salió al paso de las acusaciones que lo señalan como un supuesto “caballo de Troya” del Movimiento Al Socialismo (MAS). En una entrevista con el periodista Fernando del Rincón para CNN en Español, Paz negó rotundamente cualquier alineamiento con el partido azul y reafirmó que su propuesta de gobierno se enmarca en un modelo de “centro amplio”.
“Yo, hasta antes del 18 de agosto era oposición, y hoy ¿soy el caballo de Troya? Hay una lectura politizada por parte de un sector político que no está leyendo la verdadera necesidad del país”, declaró Paz, en referencia a los señalamientos que han surgido tras su avance al balotaje frente a Jorge “Tuto” Quiroga, candidato de la alianza Libre.
Durante la entrevista, el exalcalde de Tarija fue enfático al afirmar que, de resultar electo presidente, su gabinete no incluirá figuras vinculadas al MAS. “No creo en el Estado tranca que construyó el MAS, no creo en el país socialista que creó el MAS. Sí creo en el capitalismo para todos”, sostuvo.
Paz también destacó que su proyecto busca consensuar con diversos sectores sociales y políticos, alejándose de los paradigmas del pasado. “Nuestro proyecto es un centro que es amplio (…) de diferentes visiones”, afirmó, subrayando su intención de impulsar una transformación institucional, descentralización y mayor inversión en salud, educación y seguridad.
Las declaraciones del candidato del PDC se dan en un contexto marcado por acusaciones cruzadas, desafíos a debates públicos y una ciudadanía expectante ante el futuro político del país. La etiqueta de “caballo de Troya” ha sido promovida por sus adversarios, especialmente por Quiroga, quien lo ha retado a debatir en Tarija sobre sus presuntos vínculos con el MAS y su postura frente a temas como el referéndum del 21F.
Con un tono firme y conciliador, Rodrigo Paz busca posicionarse como una alternativa de centro que rompa con la polarización política que ha marcado la última década en Bolivia.