La sociedad sucrense se estremece ante la crudeza de dos eventos recientes que han dejado perplejos a propios y extraños. En uno de ellos, una madre optó por abandonar a su recién nacida en un basurero, mientras que en el segundo, otra mujer golpeó a su bebé con una piedra para luego dejarla desamparada a la intemperie. Ante estos hechos horrendos, una pregunta inquietante resuena con fuerza: ¿dónde están los padres de estas bebés?
Juana Maturano Trigo, presidenta de la Articulación de Mujeres por la Equidad, Igualdad y Derechos Humanos (Amupei-DH), describe un abandono que trasciende a las madres, alcanzando también a las inocentes criaturas víctimas de estos actos violentos. La urgencia de establecer responsabilidades se hace evidente, y es hacia la figura paterna que se dirige ahora la atención de la sociedad y las autoridades.
Maturano Trigo expresa su profunda inquietud acerca de la falta de seguimiento en estos casos tan sensibles. ¿Quién está supervisando el bienestar de estas familias vulnerables? ¿Dónde se brinda la atención psicológica y social tan necesaria para estas mujeres que enfrentan situaciones desesperadas? Según la Amupei-DH, la solución no radica exclusivamente en la aplicación de medidas carcelarias, sino en proporcionar una asistencia integral a las niñas y a las mamás involucradas.
«No es justo que las mujeres sean las únicas que carguen con el peso en sus conciencias», enfatiza Maturano, subrayando la necesidad imperante de una distribución equitativa de responsabilidades.ERBOL