El secretario de Medio Ambiente y Madre Tierra de la Gobernación del Departamento de Oruro, Olson Paravicini, explico que comunarios del ayllu Abaroa del municipio de Santiago de Andamarca encontraron el pasado 15 de septiembre a siete vicuñas muertas y dos días después a otras dos; sumando nueve cabezas y todas estaban degolladas y desmembradas.
Este tipo de delito tipificado como “caza furtiva” se registra tras tres años de arduo trabajo coordinado entre autoridades y comunarios, controlando la presencia de cazadores furtivos en la zona. Sin embargo, en las últimas semanas los pobladores advirtieron de la presencia de grupos de personas desconocidas en la zona, lo que hace presumir que fueron quienes segaron la vida de los camélidos.
«El precio de la fibra que estos camélidos poseen debido a su textura muy fina, es de aproximadamente 500 dólares por kilo de fibra», señaló Paravicini a tiempo de agregar que este dato «hace temer que se trate de más cazadores furtivos» por lo que este caso ya es de conocimiento de la Policía Forestal y de Protección al Medio Ambiente (Pofoma).
Oruro es el único departamento de la región del altiplano boliviano con un proyecto de venta de la fibra de vicuña y se lo ejecutó, prosigue la autoridad, con el propósito de precautelar la vida de esta especie en peligro de extinción.
Desde hace algunos años, la gobernación orureña implementó un proyecto para motivar a las comunidades del departamento a proteger y preservar esa especie, con estrategias responsables para la captura, posterior esquila y finalmente la venta de la fibra de vicuña.ELDEBER